Esta es mi historia. Ricardo Aranda.

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Ricardo Aranda vive en Georgia, un estado en el sur de Estados Unidos. Nació con parálisis cerebral y una discapacidad visual, y tiene el deseo de generar un impacto. En este artículo, Ricardo habla sobre la historia del movimiento por los derechos de las personas con discapacidad en EE. UU., su papel como defensor y la importancia de que se escuche tu voz.

“Hago trabajo de incidencia porque sé que hacen falta voces como la mía para hablar sobre los problemas que afectan nuestras vidas.”

Crecí en el mundo médico, rodeado de muchas personas neurodiversas y personas con discapacidad. Siempre he sido curioso y hacía muchas preguntas, y eso me llevó a implicarme en la defensa de los derechos. Empecé a colaborar con L’Arche en 2020 y ahora soy miembro del consejo comunitario local. El Consejo Comunitario de L’Arche Atlanta es una especie de junta consultiva que ayuda a tomar decisiones sobre nuestros esfuerzos de sensibilización.

Me encanta aprender y escuchar audiolibros. Cuando no estoy haciendo eso o trabajando en proyectos de defensa, me apasiona mucho la carrera adaptada en silla de ruedas. Compito desde que estaba en la universidad, hace unos diez años. Push Assist Racing es una modalidad de carrera en dúo, donde un atleta va en una silla de ruedas diseñada especialmente para competir, y un corredor voluntario guía la silla hasta la línea de meta.

Veo mis carreras como una forma diferente de hacer incidencia, porque promueven la inclusión. A veces, cuando participamos en las carreras, los atletas somos detenidos por personas del público que nos dicen que les interesa correr y colaborar con nosotros como voluntarios. Cada vez que corremos, no sabemos exactamente qué tipo de impacto estamos teniendo en nuestra comunidad local.

Hago trabajo de incidencia porque sé que hacen falta voces como la mía para hablar sobre los problemas que afectan nuestras vidas. Nuestra voz colectiva necesita ser escuchada y tomada en serio. Pero, a lo largo de la historia, eso no ha sido así, y la comunidad de personas con discapacidad siempre ha sido ignorada.

El año pasado, me invitaron a formar parte de la delegación de L’Arche International en la COSP17. COSP significa Conferencia de los Estados Parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y fue la 17.ª vez que se celebró esta conferencia. Personas con discapacidad de todo el mundo se reunieron para debatir sobre la igualdad y la inclusión de las personas con discapacidad.

Trabajando con L’Arche, siento que puedo ser parte de esa voz colectiva que defiende y muestra al mundo que estamos aquí, que somos activos y que sabemos lo que pasa. Nunca vamos a dejar de luchar por aquello en lo que creemos.

“Todavía tenemos que luchar por nuestros derechos. Incluso con las leyes aquí en EE. UU., hay lugares y cosas a los que las personas con discapacidad no tienen acceso.”

Tener una discapacidad en EE. UU. tiene sus ventajas y desventajas, pero mi experiencia personal ha sido positiva. Tengo la suerte de sentirme incluido y animado a formar parte de mi comunidad local. Hay organizaciones que nos apoyan y también existen leyes que exigen el trato igualitario de los ciudadanos estadounidenses con discapacidad. La más conocida es la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés). Esta ley fue firmada a nivel federal el 26 de julio de 1990. Fue un momento muy importante para nosotros como país.

"Me apasiona mucho la carrera en silla de ruedas adaptada."

Uno de los eventos más famosos en la historia del movimiento por los derechos de las personas con discapacidad en Estados Unidos fue algo conocido como el Capitol Crawl (la escalada al Capitolio). En marzo de 1990, antes de que se aprobara la ley ADA, personas con discapacidad y sus grupos aliados se reunieron, abandonaron sus sillas de ruedas y otras ayudas para la movilidad, y literalmente escalaron de rodillas los escalones del Capitolio para mostrar la inaccesibilidad que existía en Estados Unidos.

EE. UU. tiene una larga historia de activistas increíbles por los derechos civiles. He tenido la suerte de recibir apoyo de otras personas y de sentirme incluido en la comunidad. Me inspira especialmente John Lewis y su trabajo en el movimiento por los derechos civiles. Tenía una frase muy conocida:
“Habla, alza la voz, interfiere. Métete en problemas buenos, problemas necesarios, y ayuda a redimir el alma de América.” Uso esa cita como un lema personal.

Es importante que la comunidad de personas con discapacidad participe en los cambios que afectan nuestras vidas. Porque si nosotros no impulsamos ese cambio, ¿quién lo hará? Queremos formar parte del proceso de toma de decisiones.

Judy Heumann, que participó en el Capitol Crawl, fue otra de las grandes defensoras de los derechos de las personas con discapacidad en EE. UU. Sin su trabajo, no tendríamos la ADA. Heumann usaba una frase muy conocida:
“Nada sobre nosotros sin nosotros.”

Todavía tenemos que luchar por nuestros derechos. Incluso con leyes como las que existen aquí en Estados Unidos, todavía hay lugares y cosas a los que las personas con discapacidad no tienen acceso.

 

“Quiero empoderar a las personas para que hablen por sí mismas, sin importar cómo se comuniquen.”

Llevo haciendo charlas públicas como forma de incidencia desde que tengo memoria. He hablado ante muchas organizaciones y grupos diferentes. Me gusta pensar que estoy ayudando a transmitir la voz de las personas a las que no se les escucha. Quiero empoderar a las personas para que hablen por sí mismas, sin importar cómo se comuniquen.

He hablado en nombre de mi organización local de carreras en silla de ruedas en muchas ocasiones. Creo que es importante hacer estas presentaciones para dar visibilidad a nuestra organización y educar a la gente sobre la discapacidad.

Hablar en público es una habilidad, y también una forma muy valiosa de hacer incidencia. Hablar en público no es para todo el mundo, pero desde luego sí lo es para mí.

Hace poco hablé a un grupo de estudiantes de secundaria sobre la incidencia y mi experiencia como atleta de resistencia en silla de ruedas. Es fundamental hacer este tipo de presentaciones, porque nuestra versión del deporte no es muy conocida, ni siquiera a nivel local en Atlanta. Mucha gente no sabe lo que hacemos, así que concienciar es muy importante para nuestra comunidad.

Al participar en las carreras, también estamos mostrando al mundo que las personas con discapacidad pueden ser atletas. Ya sea a través de las charlas o de las competiciones, para mí es muy importante difundir ese mensaje.