« ¡No! ¡Me sentí como una campeona! », dijo Karen Valladares de L’Arche Tegucigalpa, Honduras, cuando le preguntaron si había estado nerviosa antes de las Olimpiadas Especiales de América Latina 2024, para atletas con discapacidades intelectuales.

Fue una receta para el éxito, porque Karen convirtió inmediatamente ese sentimiento de « campeona » en realidad: no solo ganó la medalla de oro en los 50 metros planos, sino también la medalla de plata en el salto.

Karen ha sido durante mucho tiempo una entusiasta participante de las Olimpiadas Especiales. Al igual que L’Arche, este movimiento global tiene una sólida trayectoria en promover la inclusión de sus miembros con discapacidades intelectuales en la sociedad.

Tener orgullo de los propios logros es un gran paso en la dirección correcta. Para Karen, el mejor momento fue « cuando gané y recibí mis medallas de oro y plata ». Y luego vino la alegría de celebrar sus logros en casa: « la comunidad me dio una hermosa bienvenida, donde compartí con todos y les mostré mis medallas ».

¡Pero su éxito también requirió mucho trabajo duro! « Fui al Pueblo Olímpico con Alejandra para practicar atletismo dos veces por semana; fui disciplinada en mi entrenamiento y muy alegre ». ¿Su consejo para otros campeones potenciales? « Necesitan entrenar, ir al pueblo a correr, rezar y comer huevos, plátanos, frijoles y mantequilla ».
Cualquiera que planee competir contra ella tendrá que esforzarse mucho: el próximo objetivo de Karen es « seguir ganando medallas, participar en competencias y motivar a mis compañeros de equipo ».